Una escapada perfecta visitando Ávila y el Valle Amblés

Te proponemos esta escapada para visitar el Valle Amblés y Sierra de Ávila y la capital Ávila en un fin de semana.

Pero vamos por partes, lo primero, el alojamiento. Nuestra provincia es referente y líder en turismo rural, por lo que, como no, nuestra primera recomendación es escoger un alojamiento de este tipo entre los muchos que se encuentran en la comarca y se ajuste a nuestras necesidades. Si disponemos de vehículo propio, no tendremos problema en desplazarnos, ya que las distancias son cortas.

Si preferimos fijar nuestro punto de partida en la capital, Ávila dispone también de gran cantidad de plazas hoteleras, con establecimientos de todos los niveles y precios.

Después, la ruta. Si empezamos en Ávila, podemos pasar el primer día realizando una visita por los principales puntos de interés, a nuestro gusto. Mañana y tarde nos permitirán realizar un recorrido bastante completo aunque rápido.

A la hora de comer, un buen Chuletón de Ávila es lo que toca, pero si no sois fans de la carne o preferís algo más ligero, siempre encontraréis opciones a vuestro gusto, realizadas con productos de la tierra. Preguntad por las especialidades o recomendaciones, los restauradores abulenses, en su gran mayoría, os aconsejarán sabiamente.

Para el segundo día (o al revés) os proponemos una ruta por el Valle:

Nuestra primera parada es Muñogalindo, localidad conocida por su importante industria cárnica. En ella se encuentra el Centro de Vistantes del Valle Amblés, donde podremos conocer la historia de la zona y visitar su Ecomuseo. También, bajo cita previa, podemos visitar la dehesa Garoza de Bracamonte y admirar las Piedras Ibarrola una obra del artista vasco Agustín Ibarrola.

Toda la comarca es famosa por sus productos artesanales panaderos, pastas y hornazos, por lo que llevarnos un recuerdo gastronómico en cualquiera de los colmados y establecimientos es casi de obligado cumplimiento.

Continuamos después hasta Muñana, también referente de la industria ganadera abulense, con varias empresas dedicadas a la elaboración de embutidos y carnes. Muchas de ellas ofrecen venta directa, por lo que no perdáis la oportunidad de llevaros a casa un producto exepcional.

Su patrimonio histórico y cultural está representado fundamentalmente por la ermita de Nuestra Señora de la Zarza y la iglesia de San Esteban, situada en el centro del pueblo.

Nuestra siguiente parada es Amavida, coronada por las ruinas Monasterio de Nuestra Señora del Risco.

Un poco más al oeste, siempre por la N-110, llegamos a Villatoro, donde admirar las ruinas de su Castillo y los verracos vettones.

Vuelta atrás después, hasta San Juan del Olmo y Hurtumpascual, donde seguir admirando el patrimonio artístico del valle.

Desde aquí alcanzamos la AV-110 para llegar a Muñico y finalmente Cillán, en cuyos alrederores podemos encontrar varias necrópolis.

Terminamos el día de vuelta en Ávila, donde unos vinos y tapas antes de partir de vuelta al hogar serán el colofón perfecto.

Una alternativa para el segundo día puede ser realizar la ruta Los Castros