Villanueva del Campillo se llamó también Villanueva del Obispo, por haber sido durante algún tiempo señorío eclesiástico, y Villanueva de las Carretas, por haberse dedicado muchos vecinos durante mucho tiempo al oficio de la carretería.

Pueblo de ricos y extensos pastizales, aún conserva muchos rasgos de su gran desarrollo ganadero.

Todo parece indicar que originariamente tenía una estructura alveolar: unos cuantos edificios de diferente uso (casi todos viviendas) se adosaban unos a otros formando una especie de corona en torno a un espacio central con entrada comunal, en forma de alveolo (un corral), desde el que todos ellos, incluido también algún pequeño huerto si lo había, tenían su acceso. Después fueron apareciendo casas con grandes corrales delanteros. Y sobre esas estructuras básicas se fue superponiendo una red viaria que facilitaba la comunicación dentro del pueblo y con el exterior y fue desdibujando las estructuras alveolares.

Surgieron así como elementos esenciales la plaza del pueblo donde ahora se puede admirar la escultura zoomorfa más grande de Europa y el acceso a la iglesia parroquial construida en la parte más alta de la localidad.