La iglesia de San Miguel se encuentra en las inmediaciones de la plaza de San Pedro.

Fundación del linaje Montalvo, cuyo escudo es visible en sepulturas y en el archivo familiar  del interior de la iglesia.

La configuración actual es la de un templo de una sola nave, una gran planta de salón y una cabecera plana. Dos tremendos arcos formeros y el toral distribuyen el espacio interior y se corresponden con las intervenciones sufridas por el edificio en el s. XVI, cuando también se recrece en altura y se cubre la nave central con una armadura de madera de lazo ataujerado, de la que únicamente quedan restos.

En el exterior, toda la base de la edificación es de sillares, entre los que encontramos algunas figuras zoomorfas de época prerromana y algún resto romano reaprovechado. La fachada norte conserva el acceso mudéjar y en la parte superior dos curiosos óculos con una cruz y una estrella, del s. XVI.

Torre de gran volumen, construída con mampuesto encintado, desmochada y con escalera embebida en los muros.

Fachada meridional neoclásica que se antepone a otra anterior y sacristía añadida en el s. XVIII, destacada al exterior a través de sus esquinas cilíndricas.

El único mobiliario de esta iglesia está compuesto por una reformada sillería del s. XVIII situada a los pies de la misma, el armazón de un órgano, en una tribuna elevada, también del s. XVIII y realizado por Isidro Gil y el retablo realizado por el taller de Marcos Pinilla entre 1507/09. Esta obra está compuesta por trece tablas organizadas en cinco calles y tres cuerpos. El armazón que acoge las tablas, la imagen del titular, el guardapolvo y el tabernáculo con el sagrario son de época barroca. Los motivos representados son: en la predela santos agrupados por parejas y con una división arquitectónica. Son figuras, que recuerdan al estilo de Pedro Berruguete. En el segundo y tercer cuerpo, en el que aparecen representadas una de las apariciones de S. Miguel y escenas de la pasión y muerte de Cristo, las pinturas sintetizan el movimiento artístico del momento, en el que perviven la corriente hispano flamenca del  gótico tardío y el primer renacimiento.

Fue cerrada al culto en el año 1911.

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