La muralla dividía la ciudad en dos partes: el recinto interior y los arrabales.
Solo se conservan de ella algunos restos, especialmente en el lienzo en que se abre la puerta de Alcocer.
Arévalo se alza en una privilegiada ubicación, entre las depresiones de los ríos Adaja y Arevalillo. La muralla, que se comenzó en el s. XII, rodeó la población adaptándose al desnivel de terreno de los ríos y fue reforzada especialmente por su flanco meridional, donde la topografía del terreno la hacía más vulnerable.Por este motivo, este tramo era el de mayor entidad y contó con foso y unsegundo muro a modo de barbacana, de río a río, entre los castillejos de San Juan y el de S. José. La ronda entre muros discurría por las actuales calles de la Casablanca y Entrecastillos.
El desarrollo demográfico de la zona intramuros hizo que se poblara el arrabal y fue allí donde quedaron establecidas la morería y judería.
Su perímetro aproximado es de 1630 metros y la extensión del recinto de unas 20 hectáreas. Las obras de reforma y reconstrucción fueron constantes y contínuas en el tiempo, pues aunque perdió su sentido defensivo, sirvió de murode contención en los escarpes de los ríos. A finalesdel s. XIX y principios del XX, fueron verdaderas canteras para la obtención de materiales de construcción, lo que ocasionó la pérdida de gran parte de sus lienzos.