De la iglesia mudéjar de la Asunción de Nuestra Señora queda una puerta cegada en el muro norte formada por un arco de medio punto moldurado por tres arquivoltas con su alfiz y rematada por un friso de esquinillas.
El resto del templo data de finales del siglo XV y comienzos del XVI.
La torre, construida en ladrillo salvo su basamento, se encuentra a los pies del templo y está estructurada en tres cuerpos, el segundo es el campanario, que se remata con un barandal de ladrillo coronado por una moldura ondulada, y el tercero, también campanario, está remetido y se cubre con cúpula.
Su interior se estructura en una sola nave y en el cuerpo bajo de la torre está la capilla bautismal que se cubre con un medio cañón.
A los pies de la nave se encuentra el coro.
Sus altares y retablos son barrocos, el mayor del año 1633, obra de Alonso García, ensamblador, vecino de Arévalo, a medias con Diego González.
Entre sus imágenes destaca la Virgen entronizada, del siglo XIV, sentada sobre un trono formado por un banco sin respaldo.
Viste saya, manto sobre los hombros que cruza de izquierda a derecha sobre el regazo y un velito le cubre la cabeza, sostenido por la corona real.
Con la mano derecha, levantada, sostiene una manzana y con la izquierda sujeta al niño colocado de pie sobre su rodilla izquierda que aproxima la mano a la barbilla de María para acariciarla.