La Iglesia de San Juan Bautista tiene una sola nave, presbiterio cubierto de armadura de madera de par y nudillo y, a los pies, la torre almenara con el campanario en el cuerpo superior.
El retablo mayor, barroco, es obra del siglo XVIII.
La parte más antigua del templo es la torre que en la antigüedad tenía carácter defensivo, esta torre se puede fechar durante los primeros años iniciales del reinado de Alfonso VIII (1158 - 1214).
La torre es de planta cuadrada con unos ocho metros de altura y espesor de 1,10 metros. Denota dos momentos constructivos diferentes, el primer piso, formado por cajas de mampostería separadas por verdugadas y esquinales de ladrillo y un segundo que tal vez pueda fecharse en el siglo XIV, en que se construye el cuerpo de campanas, realizado en ladrillo, con vanos semicirculares enmarcados por un alfiz.
A finales del siglo XIV se comenzó la construcción del resto de la iglesia adosándose a la torre ya existente.
En su origen disponía de una sola nave y en el siglo XVIII fue ampliada a otra más, con arcos fajones y estructura neoclásica.
De la primera se conserva el artesonado mudéjar con una talla de madera.
La capilla mayor de la iglesia, del siglo XVI, está cubierta con armadura de gran riqueza ornamental.
En el interior destacan el Cristo de Gracia, talla del siglo XIV; El retablo mayor, barroco, del siglo XVIII, de tres calles y ático, con el tema del bautismo de Cristo, y el órgano, compuesto por Isidro Sillenta a finales del siglo XVIII.
Se divide en tres calles y ático, en donde encontramos una escena del bautismo de Cristo. En la calle central encontramos una escultura de San Juan Bautista, a su izquierda San José y a su derecha San Antonio.