El Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, de monjas trapenses, fundado en 1884 por iniciativa del obispo de la diócesis don Ciriaco-María Sancha Hervás, después cardenal Sancha, siendo la primera abadesa Luisa Fernández Barbot.
No quedan más que un conjunto de paredes de adobe, montones de escombros, restos de algunas celdas y parte de la Iglesia, de la que se conserva la espadaña.
En 1914 las hermanas se trasladaron a la “Granja de Alloz” en Navarra. Quedan los restos de sus muros y la espadaña de su iglesia.
El trabajo de las monjas logró transformar el lugar en un autentico vergel. Aun quedan indicios de la canalización del agua y de los parterres del jardín.
Lo siguió siendo durante años después de la marcha de las religiosas, como lo recuerdan aun algunos vecinos del pueblo que lo han conocido en perfecto estado de conservación. El Convento fue vendido, pasando a manos privadas, donde se conservó durante varios años. A mediados del siglo XX, fue abandonado, comenzando la ruina del mismo, que no ha cesado hasta nuestros días.
No quedan más que un conjunto de paredes de adobe, montones de escombros, restos de algunas celdas y parte de la Iglesia, de la que se conserva la espadaña.
En Tiñosillos, a parte de las ruinas y el recuerdo, se conserva en la Iglesia la campana del Convento, rescatada de entre los escombros.