Una vez descansados, podemos iniciar ruta hacia el sur de la provincia, hasta llegar al Santuario de San Pedro de Alcántara.
Fray Pedro, fraile franciscano, erigió su último convento en lo que hoy conocemos como Santuario de San Pedro de Alcántara que fue construido un lugar apartado del término de Arenas de San Pedro en la que había una ermita dedicada a San Andrés del Monte, junto a la cual, fray Pedro mandó edificar un pequeño convento para que los frailes se dedicasen a la contemplación y a la vida de penitencia dentro de la línea de ascetismo que el propugnaba entre los miembros de su orden franciscana.
La pronta muerte del fundador, cambió el destino que el fraile había trazado para este convento y se convirtió en un centro de devoción, no solo de los naturales del Valle del Tiétar, sino de personas que acudían de los lugares más apartados de España.
La llegada al santuario es de fácil acceso, está situado a 3 kms. de Arenas de San Pedro, se llega siguiendo el cauce del río Avellaneda. A 250 m. antes de llegar al recinto una cruz de piedra señala, según la leyenda, la impronta dejada por la mano de San Pedro, tras un alto en el camino. Fue declarado en 1972 Monumento Histórico Artístico Nacional. El convento-santuario alberga varios museos: Sacristía, sala Alcantarina, claustros, museo franciscano de Arte Sacro. Junto al convento, se construyó a mediados del S. XVIII la Capilla Real, obra de Ventura Rodríguez, muy similar a la del Palacio Real de Madrid.
La fe en el poder taumatúrgico del Santo ha sido tal que desde su construcción el santuario ha sido centro de peregrinación y devoción popular. El día de su onomástica, el 19 de octubre, el santuario es una concentración multicolor de fieles, devotos y curiosos.
Gracias por hacer con nosotros un recorrido cercano por nuestro turismo religioso que nos deja a todos mirando al cielo.
Horario de visitas:
Sádados: 10.30, 11.30 y 17.00
Domingos y Festivos: 10.30 y 17.00
Laborables de martes a viernes: 11.30 y 17.00
Lunes cerrado
Donativo: 2 €