Se caracterizan por una gran viga de madera incrustada en uno de los extremos en la pared, con un gran tornillo de madera en el otro extremo sujeto a ella en sentido vertical. A su vez, este tornillo tiene en su extremo una piedra cuya función es hacer peso, por lo que al levantarse hace que la viga lo transmita a la masa de restos de uva que se va a exprimir una vez pisada.