Gotarrendura está estrechamente relacionado con la figura de Santa Teresa de Jesús, ya que su madre Doña Beatriz de Ahumada tenía un elevado patrimonio en este lugar y es aquí donde se casa y muere en 1528.
En esta hacienda la familia Cepeda y Ahumada pasó estancias prolongadas en los meses de verano. Por este hecho se piensa que el día 28 de marzo de 1515, día del nacimiento de la Santa, Doña Beatriz de Ahumada se encontraba en Gotarrendura.
La casa palacio de los Ahumada conserva hoy un solar cercado, una huerta y un jardín y el palomar.
El palomar y sus palomas marcaron el alma de la Santa abulense hasta llamar "palomarcitos" a sus conventos y "palomas" a sus monjas.
Santa Teresa heredó por expreso deseo de su madre esta finca, conociendo el cariño que tenía por este palomar.
En 1541 la santa escribía a su rentero, González de Venegrilla: Tenga la mercé de cebar y cuidar bien el palomar en estos meses de frío ahora que está bien poblado. A 10 de enero de 1541.
Años más tarde, le pedía palominos para el convento: Hacedme mercé de enviar doce palominos la víspera de Santiago, que yo me holgaré mucho de ello. A 10 de julio de 1546.
Actualmente se ha convertido en un centro de peregrinación promovido por la Asociación “Amigos del Palomar de Gotarrendura”.
Se accede al interior de la finca a través de unas puertas carreteras. Se conservan en ella algunas dependencias de lo que fue una granja agrícola y un pequeño jardín, presidido por una estatua con pedestal, que se alza en el lugar en que, según parece, se hallaba la vivienda en el siglo XVI.
El palomar es un edificio construido con adobe revocado de mortero y mampostería en las esquinas.