En 1975 se descubrieron cuatro verracos y varias cistas al roturar el terreno, en el lugar llamado El Palomar.
Los verracos y las cistas sirvieron para interpretar el yacimiento como una necrópolis de época romana.
Uno de los verracos presenta una inscripción funeraria: Consagrado a los Manes. Titullo procuró hacer este monumento a Titillo.