La iglesia de San Pedro Apóstol se levanta en el centro del pueblo. Está construida en mampostería, con refuerzo de sillares y ladrillo.
Tiene planta de cruz latina con la cabecera y el crucero formando unidad, capillas laterales en los brazos del crucero, cuerpo de una sola nave y espadaña-campanario.
Todos los espacios se cubren con artesonados de madera. Se accede a través de una portada barroca de ladrillo, con hornacina y arco de sillería granítica donde está labrado un reloj de sol.
En el interior destaca su retablo mayor, del siglo XVI, obra de Pedro de Salamanca y del pintor Jerónimo Dávila.