Zona arqueológica con evidencias de ocupación humana durante la Edad de Bronce y, posteriormente, durante la época romana, en especial durante el Bajo Imperio Romano.
La Pared de los Moros, a orillas del Adaja, junto al camino, presenta los restos de una villa romana, ocupada entre los siglos II y V.
Emergen en la llanura dos machones de hormigón, con huellas de encofrado con tablones de madera.
Pueden ser residuos de un dique para controlar y encauzar la corriente.