El Museo Valle del Alberche es un espacio expositivo que ofrece una muestra representativa del patrimonio natural de esta comarca abulense y cuyos setecientos metros albergan una colección zoológica centrada en la biodiversidad de este enclave que se enmarca en la red de espacios naturales de Castilla y León.

En la localidad abulense de El Barraco, con el imponente Pinar de la Cebrera como telón de fondo, se encuentra el Museo de la Naturaleza Valle del Alberche, un espacioso edificio de 700 metros cuadrados, integrado en el entorno, que alberga una colección zoológica de vanguardia, fiel muestra de las biodiversidad atesorada en este enclave incluido en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León. Formando parte de diversos dioramas que reproducen muy acertadamente el medio exterior, la dotación museística de este centro se compone de alrededor de 500 piezas, entre las que priman las réplicas artísticas a escala real sobre los ejemplares naturalizados.

Sala Principal

Esta sala, con 200 metros cuadrados de superficie y una altura de 6 metros, alberga las piezas más importantes de este museo. Destaca una réplica de un roquedo típico de la zona, con todas sus especies asociadas, sobre todo de aves, con ejemplares, asimismo réplicas del natural, confeccionados en material sintético y con proporciones reales, de buitres negros y leonados, águilas real e imperial, halcón peregrino, roqueros rojo y solitario, collalba negra, mochuelo, incluso pequeños reptiles como la salamanquesa común. En el centro de la sala, una escultura dinámica de casi 6 metros de longitud representa el ataque de una pareja de lobos a un grupo de ciervos que pretenden escapar a la carrera.

Delante de ellos, una maqueta de grandes dimensiones, a escala real, representa el valle del Alberche en su integridad. Del techo, pintado a modo de cielo, cuelgan las réplicas a tamaño real de distintas rapaces en posición de vuelo, desde un impresionante buitre negro a un pequeño elanio azul, pasando por el águila real, la culebrera, el milano real, al ratonero y el alimoche. Todos parecen seguir de cerca la evolución de la cacería de los lobos que tienen debajo. Adosadas a las paredes, varias vitrinas exhiben piezas relacionadas con los mamíferos, las aves, los reptiles y los insectos, ya se trate de huesos, plumas, cráneos... e incluso réplicas de especies de reptiles tan singulares como la víbora hocicuda, el lagarto ocelado o la culebra de escalera. En una vitrina-diorama sobre insectos, los cajones de su mueble alojan una completa colección de invertebrados presentes en la zona.

El Bosque

La segunda sala en orden de visita es la dedicada al bosque, al elemento vegetal, tan presente en el entorno del museo y en el paisaje del valle del Alberche. Destaca en esta sala una réplica de los dos tipos de bosque más importantes de la comarca: el robledal y el pinar, asimismo dotados de las réplicas de los animales más representativos. El encinar, el bosque típicamente ibérico, también aparece representado en esta sala del museo, con una vieja tronca naturalizada y un panel explicativo, justo enfrente del Gran Libro de las Setas Comestibles que, como su nombre indica, aborda las especies de hongos del valle del Alberche susceptibles de llevar a la mesa para dar cuerpo a los platos más exquisitos.

El Río

En este habitáculo, justo al fondo de la sala, el visitante puede ver cómo es el lecho de un río de cerca, incluso metido en el mismo, y ver cómo son sus habitantes: peces, galápagos, ranas, sapos y pequeños pájaros ribereños, en este caso mediante réplicas artísticas sintéticas a tamaño natural. En uno de los rincones, sobre el río mencionado, una pieza escultórica reproduce un talud vivo, en este caso habitado por una pareja de martines pescadores. Y en medio de la pared, un equipo de videorreproducción emite de forma permanente un audiovisual que ayuda a comprender la vida natural del río.

La Caza y la Pesca

Como actividades muy arraigadas en el medio rural abulense, la caza y la pesca no podían ser ajenas a este museo que pretende ensalzar los valores naturales de la comarca. Dos esculturas dinámicas son las piezas de importancia: dos machos de cabra montés a punto de golpearse con sus poderosas cornamentas, y dos enormes machos de jabalíes acuchillándose, que ocupan los emplazamientos preferenciales de la sala. Y como alternativa a la actividad cinegética, la sala dedica una de sus paredes a la caza fotográfica, actividad incruenta que permite a los aficionados conseguir trofeos tan satisfactorios como las propias piezas abatidas con las armas convencionales.

La Noche

Es la sala de la sorpresa, donde el visitante no sabe lo que le espera al atravesar la cortina de entrada. Es la sala dedicada al lobo y al mundo de la noche y sus criaturas misteriosas. Búhos, lechuzas, cárabos, murciélagos... y por supuesto el lobo, quien nos enseña sus fauces y su poderosa dentadura nada más penetrar en la sala. Siguiendo las huellas resplandecientes impresas en el suelo, el recorrido por la sala acaba en la “guarida del lobo”, un pequeño cuarto oscuro donde un vídeo muestra al lobo en sus actitudes más íntimas y secretas.

El museo cuenta con una sala de actos para proyecciones, cursos y actividades divulgativas de la naturaleza, además de un taller para prácticas escolares relacionadas con el conocimiento del medio y que los alumnos de los colegios pueden realizar previa concertación con el personal del museo antes de la visita.

Horario habitual

Martes a sábados: de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00 horas
Domingos: de 10:00 a 15:00 horas

Horario de verano
(del 15 de junio al 15 de septiembre)

Lunes a viernes: de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:00 horas
Sábados: de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas
Domingos: de 10:00 a 15:00 horas

Precios

Entrada: 2,5 €/personas entrada individual y 2 €/persona en grupos de más de 15 visitantes, menores de 4 años gratuito.
Pueden contactar en el teléfono 920 28 12 85 o en la siguiente cuenta de correo electrónico: museodelanaturaleza@museoelbarraco.org