Data del siglo XVI, fue construido con las aportaciones realizadas por los pueblos que formaron parte del Concejo de Burgohondo, para facilitar el paso de ganado entre las dos orillas del río Alberche en su camino hacia la Sierra.
Está edificado con sillares de granito, unidos con argamasa, dándole un carácter muy señorial sus dos enormes tajamares. Imita formas románicas.
Su estilo arquitectónico, de trazas renacentistas, rememora la vieja escuela romana.
El puente se distribuye sobre cinco gruesos apoyos que abren entre sí cuatro arcos de medio punto de diferentes tamaños, siendo el tercer arco el de mayor elevación con claras resonancias medievales.
Según los archivos del Concejo, el 19 de febrero de 1542, Alonso Herrandes, vecino y regidor de Navaluenga informa al Concejo sobre la necesidad de hacer, en dicho lugar, un puente sobre el río. A la vez, pide que se le conceda un terreno propiedad del Concejo para arrendarlo y obtener los fondos necesarios para construirlo.
El Concejo del Burgo acuerda entregarles a los vecinos de Navaluenga la licencia para abrir el paso solicitado, además de las rentas de una tierra, que se detalla, para recaudar los fondos necesarios para poderlo levantar. De esta tierra, el Concejo señala “por sus justos límites” los que van “desde el arroyo de Val de Bruna a dar en el río y a dar al huerto de Antón de Lloreynte y a la herren del dicho Alonso Herrandes y el Camino de los Molinos hasta dar en el molino de Nicolás de cara al río