La Ermita de San Antonio de Padua, de época barroca, muestra una hermosa cúpula, rodeada de ocho pináculos de forma octogonal, con vidrieras, y coronada por un cuerpo piramidal y cruz de hierro.
Fue terminada de construir por el año 1824 gracias a las limosnas que aportaban los tembleños más devotos y se dice que fue una de las primeras ermitas dedicadas a dicho santo.
Destaca su fachada principal, rematada por el campanario y precedida de un espacio rodeado por balaustrada de granito, y su cúpula, rodeada de ocho pináculos de forma octogonal, con vidrieras, y coronada por un cuerpo piramidal y cruz de hierro.
En el centro, bajo el pequeño rosetón que proporciona algo de luz al interior de la misma se encuentra la imagen de San Antonio de Padua, patrón de El Tiemblo
En el interior, además de la imagen de San Antonio de Padua, patrón patrón de la villa, se encuentran varios cuadros, hoy restaurados, de cierto valor. Destacan los retratos dedicados al rey Carlos IV, a su mujer María Luisa de Parma y a su hijo el infante Fernando.
La Ermita se encuentra en un recinto recado rodeada de cruces que representan el vía Crucis que realizó Jesús de Nazaret con la Cruz en la espalda subiendo hasta el Calvario.
Es visitado por numerosas gentes tanto de la comarca, como de muchos pueblos pertenecientes a la provincia de Toledo, que cada año se reúnen para estar presentes en las celebraciones al culto los días 13 de junio y 13 de septiembre.