Situado al pie del camino de la cañada se conservan los muros y la cabecera de su iglesia.
Fue fundado por D. Hernando Álvarez de Toledo y Dña Leonor de Ayala, Señores de ValdeCorneja, gracias a una bula pontificia de Gregorio XI dada en Aviñón en 1371.
Según algunos investigadores como Martín Carramolino en Historia de Ávila, su provincia y Obispado o Lunas Almeida en su Historia del Señorío de Valdecorneja, en la capilla del hoy cementerio antiguo existían cuatro bustos de fino alabastro destrozados y mutilados que pertenecerían a dichos fundadores, a su hijo D. García Álvarez de Toledo y a la esposa de éste, doña Constanza Sarmiento.
Según el trabajo del Padre Juan Sánchez, este convento fue de los principales de la provincia, casa de estudios de arte y teología, centro de capítulos provinciales.
Albergó a ilustres varones: Fray Domingo de Santa Cruz, Fray Tomás Manrique o Fray Gaspar Fandiño, recopilador de los cuatro libros becerros de esta Villa.
Fue construido en diversas fases a partir del Siglo XIV, estaba en el siglo XVIII en su pleno apogeo, aunque había sufrido un importante incendio en 1657 que destruyó dos terceras partes del mismo.
Residían en él, veintisiete religiosos, dieciocho sacerdotes y nueve estudiantes.
Reinaba en Castilla Enrique II, “El de las Mercedes”, era general de la Orden de Fray Elías y provincial de Fray Hernando Rodríguez. La dote conventual fue doce religiosos en principio.
En la guerra de la independencia ya eran pocos los frailes que lo habitaban. El convento fue abandonado definitivamente tras la desamortización de Mendizábal (1834).
Los documentos de su archivo pasaron entonces al de Santo Tomás de Ávila, donde constan las muchas fundaciones que les favorecieron. Sin embargo en el archivo histórico de Piedrahíta se conserva el Libro Becerro, recopilación de escrituras efectuada por Fray Gaspar Fandiño, al que se le dio este encargo debido a la notable pérdida documental, tras el incendio citado que asoló el Convento en enero de 1657.
El Ayuntamiento de Piedrahíta junto con el historiador Raimundo Moreno Blanco, ha rescatado del olvido dichos documentos en una nueva edición del “LIBRO FANDIÑO, LIBRO NUEVO DE BECERRO DE LA VILA DE PIEDRAHÍTA”.
Un documento de 1872 dice lo siguiente sobre el edificio: El convento de Piedrahíta, hoy destruido porque solamente se conservan los paredones y los bellos y airosos arcos ojivales de sus naves, y parte de su limpia fachada de sillería de granito, sirve de cementerio, pero antes lo fue también de los nobilísimos señores del Valle del Corneja. Los muros de su capilla mayor se hallan rotos.
El convento está incluido en la lista roja de patrimonio en peligro de la asociación para la defensa del patrimonio Hispania Nostra (www.hispanianostra.es).
Santo Domingo de Guzmán, fue fundador de la orden de predicadores, por el 1371.