Construcción del S. XVII inicialmente concebida como convento.
En su interior alberga una valiosa talla de Cristo yacente, de la escuela barroca castellana. La imagen, de gran dramatismo, ha gozado de profunda devoción a lo largo de los siglos.
La ermita de Santo Cristo del Sepulcro está situada en el casco urbano.
La imagen del Cristo es de la escuela de Gregorio Fernández, de gran tamaño, anatomía exagerada y pecho deprimido.
Hay en ella cinco tablas procedentes de la iglesia en que se representa el Calvario, La Anunciación, La Visitación, San Antón y Santa Catalina, todas ellas del siglo XVI.