Según algunos autores, la torre de la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora fue originariamente una fortaleza de la Orden del Temple.
Podría ser una prueba de ello el símbolo de la Orden de Calatrava que se encuentra frente a la puerta de poniente. puesto que los caballeros de Calatrava se hicieron cargo de los bienes de la Orden del Temple tras su disolución.
La iglesia, de una sola nave, está construida con sillares de granito y llaman la atención sus gruesos y proporcionados contrafuertes.
Entre dos de ellos se encuentra la portada principal, abierta al mediodía, con características renacentistas y protegida por un arco carpanel, creando un espacio que se cubre con bóveda de crucería.
En el interior destacan su capilla mayor, sus capillas laterales y la sacristía, todas ellas cubiertas con bóvedas de crucería.
Entre sus imágenes llaman la atención un Cristo crucificado, del siglo XV, de anatomía realista y expresión serena, aunque triste, el Cristo crucificado del siglo XVI que se halla en la baranda del coro, con las venas muy acusadas por todo el cuerpo, y el retablo de la Virgen del Rosario, de 1703, obra de Manuel González Delgado, difusor del estilo churrigueresco en la comarca.