La iglesia de Santa María Magdalena tiene cabecera poligonal y nave única, cuyos techos originales, de armadura de madera de par y nudillo, fueron desstruidos y sustituidos a comienzos del siglo XX.
Las puertas de acceso tienen interesantes cuarterones decorados con hélices y flores del siglo XVIII.
En el interior destaca un retablo en cuya calle central se presenta una talla de la Magdalena, relacionada con la escuela de Vasco de la Zarza.
Destaca igualmente un Crucifijo del XVI.