Muralla de origen medieval. Puede datarse a finales del siglo XIII o primera mitad del XIV. Planta pentagonal. Conservadas en buena parte de su trazado.
La muralla, como se puede observar por sus restos, partían del castillo y rodeaban el viejo pueblo de El Barco. El trazado actual es del siglo XII y se debe su edificación igual que las de Ávila, Salamanca y Segovia a D. Ramón de Borgoña, marido de la primera señora de Valdecorneja. La planta de la misma es pentagonal.
Materiales: mampuesto y ripio de mortero de cal; las puertas, con sillares de piedra dispuestos en hiladas.
El historiador del siglo XIX Martín Carramolino, que la conoció, afirma que tenía cuatro puertas.
Tenía dos puertas románicas, la del Campillo o de la Horcajada (en el lienzo norte), actualmente derribada, y la de Piedrahíta o del Ahorcado (en el lienzo este), reconstruida; con arco de medio punto y torres avanzadas para su defensa.
Existían también dos puertas más: una enfrente del puente románico, la puerta del Puente (en el oeste) de la que pueden verse grandes dovelas, y la otra la puerta de la Villa denominada de la Ribera o de la Regadera (en el sur).
Poseía además tres postiguillos: el postiguillo del río, casi enfrente de la torre de la Iglesias, también denominado Postigo de la Gallareta, con escalera de bajada y frente al Hospital, el Postigo de la Regadera o del Hospital o del Batán y en la Calle del Río.
La muralla dejaba paso a la Regadera de la Villa por un diminuto arco de herradura ya desaparecido. Tenía para su defensa varios cubos o torres avanzadas distribuidas a lo largo del trazado de la muralla.
Debió tener foso o cava que, al ser rellenado, dio lugar a caminos de circunvalación, sobre todo, el llamado paseo del Concejil.
En el exterior de la muralla, cerca de la puerta del Ahorcado, se celebraba todos los lunes el teso o mercado de ganados. Allí se celebraban también las ferias, donde concurrían ganaderos y tratantes de toda la comarca.