Templo construido en 1663 en el mismo lugar en que nació San Pedro de El Barco en 1088.
En el año 1149 regresó a El Barco con su amigo San Pascual, natural de Tormellas. Como estaba muy viejo buscó a un mozalbete para que lo ayudara. la tradición y la leyenda dicen que pidió al Señor que le diera a conocer el momento de su muerte. Le anunció que sucedería cuando el agua de la fuente en que bebía se convirtiese en vino. En octubre de 1155, San Pedro tuvo sed y pidió al muchacho le trajeses un poco de agua, al probarla observó que era vino. A los 3 días murió.
San Pedro fue enterrado en la Basílica de San Vicente en Ávila. Al fallecer el Santo eran muchos los pueblos y ciudades que querían quedarse con el cuerpo, por este motivo se decidió montar el cuerpo en una mula y dejar que la misma fuese donde le pareciese bien y allí donde se parase sería donde se quedaría el Santo. La mula se paró en la Basílica de San Vicente y dando un fuerte golpe con una pata en una piedra dejó marcada su herradura —aún hoy se puede ver la piedra con la marca—, muriendo a continuación, por lo que San Pedro del Barco fue enterrado en la citada basílica de San Vicente de la ciudad de Ávila.
En el lugar donde según la tradición nació dicho santo a finales del siglo XI. En 1662, se edificó la iglesia en El Barco.
Cuatro tramos: cabecera, cimborrio, nave y coro. Construcción de buena sillería granítica en la fachada, en el zócalo y esquinales. Fachada sencilla e interior austero.
El retablo es del siglo XVII. En sus hornacinas se encuentran las esculturas de San Pedro del Barco, San Pedro de Alcántara y un obispo, que podría ser Severo.