El Castro de Las Peredejas, de la II Edad del Hierro, está localizado en una plataforma sobre la base del cerro del Berrueco.
En dicho cerro se encuentran también los yacimientos de La Dehesa y de La Mariselva.
El Berrueco es un cerro testigo que se yergue aislado en medio de la llanura que han formado los sedimentos del Tormes y el Corneja en el límite de las actuales provincias de Avila y Salamanca.
Debe haber tenido un fuerte atractivo desde siempre pues se encuentran en él huellas de ocupación humana al menos desde el año 12000 a.C.: en el paraje de la Dehesa se encuentra un asentamiento del Paleolítico Superior; en torno al 3000 a.C. se asientan los primeros agricultores y ganaderos en el poblado de La Mariselva, en la ladera del monte; en el 2000 se forma, en lo alto del cerro, el poblado de Cancho Enamorado, que perdurará durante toda la Edad del Bronce; y a comienzos de la Edad del Hierro se forma el asentamiento de Las Paredejas, que se transformará en un castro vetón en la II Edad del Hierro.
Es el único castro de la zona que no se construyó en lugar elevado y fácilmente defendible, pues está localizado en una plataforma sobre la base del cerro y no existen restos de muralla que lo protegiera.