La Batalla del Escobar es una recreación medieval organizada sin ánimo de lucro en el valle Aravalle. Si bien, tiene su origen en el municipio de Umbrías, actualmente se está trabajando en conjunto con todos los municipios del valle para realizar el evento.
Con estas jornadas culturales se intenta mostrar, de la forma más exacta posible, cómo vivían nuestros antepasados en la edad media del siglo X, y lo más importante, la escenificación de la Batalla de la Vega del Escobar.
¿Conoces la historia? A continuación, te la contamos.
“... y se derramó tanta sangre en ambos bandos, que la tierra
desde entonces es infértil y sólo crecen las escobas...”
Cuenta la historia que a mediados del siglo X, cuando en la península ibérica se disputaban sus ricas y fértiles tierras. Mientras que Al-Ándalus gozaba de un periodo relativamente estable, gracias al esfuerzo del califa Abderramán III por unificar todos sus territorios bajo el recién declarado Califato de Córdoba. El Reino de León, presionaba a sus enemigos a lo largo del río Duero bajo el mando del rey Ramiro II de León y el conde de Castilla Fernán González.
Finalmente, en una gran campaña ofensiva, Ramiro II vence a Abderramán III en la batalla de Simancas (939 d. C.), consiguiendo así avanzar la frontera del reino leonés hacia el río Tormes.
Es bajo este panorama donde se enmarca la batalla de la Vega del Escobar, una leyenda que forma parte de la historia popular local transmitida generación tras generación a los habitantes del valle del río Aravalle, en la Sierra de Gredos.
Cuenta la tradición que el Rey Ramiro II, queriendo adentrarse en el valle del río Tajo en una expedición para saquear el territorio andalusí, se topó con las fuerzas de Abderramán III en el corazón del valle del Aravalle, obstaculizando sus intenciones de descender por el Puerto de Tornavacas. Ante tal impedimento, ambos bandos entablaron una fiera lucha en la Vega del Escobar. Sin que ejercito alguno se vislumbrara como vencedor, fueron obligados a retirarse cada cual a su campamento. Se derramó tanta sangre en ambos bandos, que la tierra desde entonces es infértil y sólo crecen escobas. Más Ramiro II, astuto como un zorro, contó con unos inesperados aliados. Al caer la noche, cuando los fatigados soldados descansaban de la batalla, los ganaderos y pastores locales colocaron teas ardientes en las cornamentas de sus reses y las azuzaron contra el campamento de los andalusíes. Las tropas del califa, al ver tal cantidad de antorchas en la noche, creyeron que un numeroso ejército se dirigía contra su campamento para atacarlos furtivamente, por lo que asustados y temiendo por sus vidas, corrieron hacia sus dominios para huir de tan cruel destino...
En conclusión, un evento lleno de historia y diversión.
¡Recordad!, la parte más divertida de la historia es vivirla!